La ciudad está obligada a resolver el embrollo urbanístico más allá de la pasión del fútbol. Catalá ha marcado una ruta para avanzar, pero el de Singapur parece empeñado en boicotearse a sí mismo.
Alejandro Blanco: “Gracias por vuestro esfuerzo en Tokio; ahora, soñad con París 2024”